Parejas Cómodas

La razón por la que es tan difícil romper los malos hábitos de uno en uno es que son sinérgicos.

Por lo general, no se sale de ellos eliminando un solo hábito, sino cambiando todo el entorno que los sostiene.

Drogarse es placentero. Jugar videojuegos es placentero. Pero la comodidad pesa. Sobre todo en las relaciones, donde incluso el sexo puede funcionar como un ancla, manteniéndote con alguien que en realidad no te empuja hacia adelante.

Sabes de lo que hablo: esa relación cómoda en la que ambos simplemente existen. Aunque los dos quieren algo más, terminan reforzando mutuamente sus peores costumbres.

No se juzgan, porque si uno empezara a hacerlo, el otro haría lo mismo. Para evitarlo, dejas pasar su comportamiento y la otra persona deja pasar el tuyo.

Están cómodos, pero insatisfechos.